en la calle tercera, esperábamos a rosario luque. llamamos a mi papá, y fuimos a la colonia postal a buscar un cuarto. a las cuatro treinta de la tarde, don manuel nos abrió la puerta, le cambió las sábanas a la cama y me entregó las llaves del que sería mi nuevo hogar. yeah. volví a la escuela. al cine. a los taxis de acá. volví... y pues, me siento como en casa. aunque extraño, y cómo no. pero bueno. acá vamos, a ver qué pasa.
saludos.
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