esta noche me has devuelto la vida.
abrázame.
no hables. no me sueltes. sólo abrázame.
permanece así, para siempre.
esta noche me has dicho lo que tanto esperaba oír.
volveré a ver el mundo a través de tus ojos.
volveré a sentir nada más lo que tú me haces sentir.
cierro los ojos, y estás a mi lado.
como si nunda te hubieras ido.
como si no nos separara ni el tiempo, ni la distancia,
ni mis errores, ni tus tristezas.
desgárrame esta noche con tu aliento.
quema mi piel con tus manos, quema mis labios.
no te vayas. no hables. no me sueltes.
atrápame en tus brazos, y asfíxiame con tu calor.
al abrir los ojos no estarás. pero yo te veré.
saldremos de una vez de la duda.
frente a frente, descubriremos si el amor, como el fénix,
renace de sus cenizas, más grande y más brillante,
anunciándose con una luz roja entre nuestras manos,
o si decide quedarse inerte en su tumba profunda,
donde se convertirá en un recuerdo indeleble,
de donde nacerán flores, claveles, tulipanes, girasoles,
y rosas azules.
azules como tú. y como yo.
yo lo apruebo mientras no haya chabtaje emocional. me gusta la libertad de circulacion incluso en los abrazos mas intimos.
ResponderBorrarsalut y republika bananera
te encuentro inspirado... y encuentro mucha belleza en lo que escribiste... es este vaivén de las hojas... es... un últimatum por demás apasionado... me gustó... para que te digo mas???
ResponderBorrarun saludote, espero que estés bien...
xoxo
Mmmmmm... me gustó me gustó me gustó.
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