3/6/05

huellas efímeras y preocupaciones

al fin es junio. incluso, ya pasaron tres días y ni siquiera los percibí. esta semana se fue volando, entre la edición de la caja tv, los exámenes, y el encuentro con personas nuevas, y (casi) desconocidas. se pinta, casi difuso, un buen fin de semana, con cámara nueva, sin lavandería, y dos noches "sociales".
lo lamentable, es que este blog se convierte poco a poco en un vulgar diario y se aleja del concepto del que surgió, es decir, una publicación periódica de cuentos y más cuentos, como ejercicio previo a mis futuras novelas. pero es que apenas y tengo tiempo (e inspiración) para escribir. hoy fue mi único día libre de la semana, y lo desperdicié en el ciber espacio. saludando a la que está más cercana a llevarse el título de mi "mejor amiga", lizbeth becerra. sólo espero las vacaciones para verla y reírme con ella. espero el 10 de junio para ver si (ahora sí) vamos a mexicali, y espero esta noche y la noche de mañana para "practicar la socialización". ja'h. si pretextos sobran. pero como decía, esto poco a poco se vuelve un simple diario de días fugaces y nada interesante qué contar, ninguna emoción de verdad destacable, como riesgo de muerte, algo inexplicable, algo extraordinario... me hace falta aprender a maravillarme de lo común, de lo ordinario, de lo cotidiano. porque cada amanecer es un fenómeno tremebundo, cada página que leo de un libro es un derroche de conocimiento y un deleite intelectual, cada alimento que cae a mi estómago es (en verdad) un milagro indescifrable, cada paso me mueve una minúscula fracción en el universo, imperceptible ante la magnitud del cosmos pero sustanciosa en mi historia personal. después de todo, comparándome con el tiempo "infinito" (un concepto que me parece fascinante), mi vida no será más que un pestañeo, un relámpago en medio de una tormenta eléctrica, a menos que deje huella en alguien, que prolongará mi historia aunque sea por unos instantes más, en su memoria.
esa duda me invade en este momento. cuando me muera, ¿alguien se acordará de mí?
sí, la duda me invade. pero no me atormenta. ni siquiera me importa. ese es el problema... como leí por ahí (no recuerdo bien dónde): de verdad me preocupa que no me preocupe nada.

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