llego a casa. me pruebo mi nueva playera de dr. jeckill, me cuelgo el morral y salgo de la casa. hace días que venció el plazo de la renta, pero yo no he pagado. no porque me haya gastado el dinero, sino porque don miguel no se aparece por ningún lado. camino, entro en el "ciber-café". el señor, en forma automatizada, me anuncia que siguen en las mismas, sin señal de internet. están así desde el sábado. voy al banco por dinero. voy a comerme una torta, gasto demasiado, ya me lo han dicho, pero no puedo economizar, no en esta situación. la comida sabe mala. ahí trabaja mi vecino, y yo no sabía (tan antisocial soy?). me termino la torta como puedo, salgo del local, y me dirijo al otro de renta de computadoras, al que no me gusta porque los teclados no tienen acentos, y tengo que vivir presionando alt-130 para la é, alt-160 para la á, etcétera. sólo escribo, sin un motivo definido... porque no he tenido inspiración para escribir un cuento decente. y porque siento que caigo... no porque quiera chocar contra el fondo, sino porque el vértigo de la caída se siente bien en el estómago, dejar de agitar las alas un rato y sólo descender...
no son las circunstancias. soy yo el que busca la ocasión. no es tan grave, no hay de qué preocuparse... sigo yendo a la escuela, sigo haciendo tareas (las que puedo), sigo hablando con mis amigos, duermo en mi cama, como a mis horas, ayudo en lo que puedo... en mi cabeza, el descenso no es lo único todavía... no es lo único, aunque pueda parecer lo contrario. pero me he vuelto más egoísta (sí: más...), buscando nada más lo que a mí me conviene. las lágrimas de la gente no me provocan nada. hace tanto que no lloro... que ya olvidé qué se siente. la última vez que estuve a punto de derramar lágrimas, me ardían tanto los ojos que no las toleré y decidí reprimirlas. mi cuerpo las rechaza...
espero que de verdad vengan los que iban a venir, enrique arballo y... "ella". esta semana resentí más su ausencia, porque creí que se terminaría, pero no... esperanzas sin fundamentos. no importa... yo iré. si la conductora de la caja tv no me lleva pronto, me iré yo solo... de raite. sería una buena aventura... salir el viernes de la escuela, echar ropa limpia en una mochila, caminar por la carretera hasta que un conductor piadoso se apiade de mí y me dé un aventón... volver? volver es lo de menos... si por mí fuera, me quedaría allá... a lo que me recuerda: necesito ropa limpia.
me he vuelto frío, calculador, insensible. me he vuelto metódico, indiferente, desconsiderado... ya me gusta dormir, cuando antes lo consideraba una pérdida de tiempo (tanto tiempo gastamos durmiendo en lugar de vivir...), ya no me importa no tener nada qué hacer, cuando antes era desesperante el ocio. ya no me preocupa tanto la escuela... después de todo, las calificaciones no definen lo que en verdad has aprendido... y si he descuidado algunas clases, ha sido por asuntos más importantes, y no porque yo así lo haya deseado... o al menos, eso quiero creer. quiero creer que sigo siendo yo. quiero creer que tengo el descenso bajo control, y que cuando me canse la sensación, volveré a batir mis alas y elevaré de nuevo el vuelo.
quiero creer que, en el fondo, sigo siendo yo... pero no es lo que eres por dentro lo que te define, sino tus actos. ahora ya no sé quién soy, y antes estaba tan seguro... bueno, tenía una idea leve. pero ahora... ahora estoy perdido, perdido en un huracán interminable que me arrastra... sé que saldré de ésta. aunque en el fondo, quiero seguir revolcándome en el viento del vacío; lo sé porque miro en cada esquina a ver si vuelvo a ver a este desconocido que me invitó a *****, y vuelvo al ***** cuando se van mis amigas sólo para... pues, para qué más. no todo en este mundo son ******.
"todo es mentira en este mundo... todo es mentira, por qué será..."
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