15/7/05

esperando la última ola...

al fin ha pasado todo. entre planes echados a perder y tareas entregadas (y por ende, estrés liberado), ayer tuve que medio soportar el escándalo de los vecinos borrachos, mientras sentía que ella se me escapaba de entre las manos. y es que ya la sentía tan cerca, ya podía oler su cuello y sentir su mirada, y saborear sus besos. y resulta que el concierto que sería el pretexto para viajar a mexicali se cancela, y yo me quedo flotando en el aire, con los planes arruinados y la perspectiva de otro fin de semana aburrido.
ya todos se han ido de vacaciones, y no me quedan más amigos. los que más quiero ver están muy lejos, los que están aquí... pues, nada más no. los que todavía no llegan, ya llegarán, y los que están en trámites, llevan las de perder. mi cuaderno de cuentos ha sido invadido por poemas malos que no me atrevo a publicar, mi cuarto está sofocado y caliente... pasó una semana más, tan lenta y tan rápida a la vez. y nada... que todo parece tan lejano. el día de ayer parece tan distante, y qué decir de la semana pasada. y siguiendo con este patrón, quedaron muy atrás los gloriosos años de prepa, cuando yo era un joven cantante y actor muy popular entre los profesores, que ya me requerían para tal o cual obra, que para una tocada o para una pastorela, o para escribir un ensayo o qué sé yo.
quedaron muy atrás los tiempos en los que me tenía que levantar cada mañana, ponerme los zapatos, el pantalón negro y la playera blanca y subirme en un villa galaxia con dirección al centro histórico, esperar a que llegara el teniente y abriera la puerta del colegio, entrar y esperar al profesor o profesora, tomar las clases correspondientes, salir al receso a comprarle una torta a conchita o una pizza de champiñones, tomar más clases, salir de la escuela y caminar hasta el mercado pino suárez a tomar el camión de regreso a casa... qué lejos han quedado aquellos tiempos. lo peor es que nunca jamás regresarán.
por estos días el mundo se ve como si fuera un mundo vacío, solitario, como si todas las personas estuvieran deprimidas como yo. insisto en que mi viad se rige por los ciclos lunares, y cuando el cuarto creciente se empieza a transformar en luna llena, mi estrella comienza a opacarse. aah... pero qué cosas digo. tanto tiempo libre, y nada qué hacer... me gustaría... verla. verlas. pero más a ella, porque, pues... ella es importante. lo más importante... en fin. ninguna experiencia sobrenatural hasta el momento... qué vida aburrida, ¿no? jajaja...
ya.

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