uno piensa que la soledad es estúpida, que puede ser engañada con suma facilidad, que puede uno escaparse de ella, esconderse, hacer como que no la ves, como que no existe, no tomarla en cuenta, ignorarla... pero la soledad es orgullosa, es vengativa, es indomable. una vez que te ha cazado, no te suelte ni para dejarte respirar. yo pensé que estábamos en paz, que habíamos llegado a un arreglo justo para ambos, que podríamos convivir en armonía y sin lastimarnos. sin embargo, ella no se conforma con mitades. la soledad va por todo, y ya me volvió a tumbar.
no conseguí engañarme a mí mismo. no conseguí que comprendieran lo que se siente llegar a un cuarto vacío y silencioso, y que nadie te espere, y no saber qué vas a comer, y no saber si esta noche el insomnio te dejara dormir un par de horas, y sentirte aislado de todo y de todos... ¿qué? ¿ninguno sabe lo que es estar sólo? les hace falta salir de su casa, aventurarse al vacío, dejarse caer y volar con alas propias. darme cuenta de mi propia soledad, de que no la comparto con nadie, de que no es que esté más solo que nunca, sino igual de solo que siempre, me hace sentirme mal, hundido, destrozado, limitado por mi propia piel...
quiero salir. quiero dejar mi cuerpo. no quiero estar agachando los ojos para que la gente no vea mi soledad... quiero escaparme y jamás volver...
para ser feliz
quiero que no me duelen los pies cuando camino.
quiero que no haya tanto silencio en mi cuarto.
quiero que tumben la pared que tapa mi ventana.
quiero que no se me note la soledad en los ojos.
quiero una estrella para mí solo,
ponerla en una jaula de vidrio y que me arrulle por las noches.
quiero una caja que encierre el rumor del mar,
y al abrirla deje escapar el sabor de la sal y la arena.
quiero entrarle al slam y sentirme vivo.
quitarme los zapatos y andar el resto del camino descalzo.
un cuadro que represente la libertad del viento.
una pluma que me deje escribir lo que me de la gana.
que la soledad se esconda, y que me deje respirar un rato.
una guitarra para cuando se canse la radio y mis discos.
calcetines limpios, por favor, y un desodorante nuevo.
no pensar que, al llegar a casa, nadie me espera.
que nadie se despida de mí para siempre.
quiero ver fantasmas, o que al menos contesten mis mensajes.
quiero dormir en cuanto pegue la cabeza a la almohada,
y soñar que regreso, o que me voy, o que me iré.
quiero despertarme sin lagañas, y que no se me haga tarde.
quiero que toquen mis canciones favoritas.
que se terminen los buenos tiempos, porque me están matando.
quiero volver a escribir, revivir a Camila y a Jacinto.
quiero agua y enchiladas, tostadas, asado...
quiero una nube brillante, y volar en ella hasta el fin del mundo.
quiero viajar, olvidarme de todo y de todos,
y que todos me olviden, y que nadie me extrañe.
quiero estar solo, pero sin sentirme abandonado...
(¿es esto posible? espero que sí...)
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