el encendedor había cegado mis ojos. no conseguía ver más que sombras. sentía unas ganas tremendas de vomitar, de ir al baño, pero el suelo se tambaleaba tanto que me iba a caer en el camino, quedándome tirado y jamás podría volver levantarme. el causante de todo se reía del otro lado de la mesa, y seguía prendiendo el encendedor a pesar de mis protestas, y reíamos, yo por miedo a morirme, él por mi "maltripeo". recargué la frente en la mesa y sudé, sudé como si estuviese en un sauna, sudé por cada poro del cuerpo hasta que, luego de una hora y media (según mi acompañante), me repuse y me sentí mejor. "a dormir al parque", me decían. una tipa se subió a la mesa y quería quitar a mi amigo de su asiento. yo quería reaccionar, hacer algo por él, pero mi cuerpo no reaccionaba, y sólo los veía. veía estrellas verdes y gente transformándose al bajar las escaleras. la música reventaba con furia contra mis oídos. todos me amenazaban. ¿dónde estaba manu chao?
el peor viaje de mi vida. los tacos sabían a trapo, y el piso serpenteaba bajo mis pies. la memoria me traiciona... el peor viaje. algo digno de recordar.
te extraño
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