20/4/06

Nostalgia



Llegó de pronto. Tan de sorpresa que no me dio tiempo siquiera de prepararle una bienvenida como se merece. Es más, ni siquiera me di cuenta. Tan escurridiza se ha hecho desde la última vez, que ya ni avisa cuándo dará el golpe. Sólo lo da, y ya, como si fuera mi dueña. Coincide, es extraño, con las recientes decaídas de los compañeros del CPOC, y la baja de entusiasmo general en nuestro grupo, el pesimismo, la negatividad. Sin embargo, no creo que se deba a eso. Es como algo interno. Reubicarte, replantearte prioridades, metas, objetivos, bajo un contexto por completo diferente al de tus anteriores prioridades y metas y objetivos, es una labor ardua. Luego de un tiempo, comienzas a extrañar. Será el calor.
Extrañas a los amigos que se quedaron atrás y que, es muy probable, se consideren traicionados, olvidados, ignorados, mientras yo seguido veo sus fotos, visito en silencio sus blogs si los tienen para enterarme de cómo les va, y recuerdo. Las calles, los parques, los camiones eternos, el cine. Mi vida burguesa tijuanense, comiendo hamburguesitas en McDonald's y desayunando tacos de birria. El olor húmedo de mi diminuta habitación. La cama siempre destendida. El radio, nido de cucarachas. El clóset decorado con galones vacíos de agua. Los focos blancos de neón en el techo bajo. Los dos espejos. La regadera caliente y el vapor inundándolo todo. Incluso extraño las canciones que mi odioso vecino Eliazár cantaba a todo volumen casi todas las tardes. Las desveladas en el callejón, con los que resultaron ser cholos pseudo-violadores gays. El estacionamiento del Costco, la explanada del CECUT. Los taxis dorados que me llevaban a mi casa a las tres de la mañana, y las cinco cuadras que me separaban de la avenida, que recorría a diario soportando el intenso frío de las noches...
Extraño todo eso.
Y lo extraño porque acá mi vida no es tan intensa. No tengo compañeros de trabajo, más que el "jefe". Debo esperar otros cuatro o cinco meses para entrar a la escuela. Y, al parecer, funciono como "desarmador" de todos los grupos a los que trato de integrarme, y en los que, hasta la fecha, no me he integrado del todo. Qué fiasco. Estoy cansado, la verdad. Estoy frustrado. A ver, ¿por qué sólo sale trabajo los días en los que tengo otros asuntos qué atender, y no cuando me paso días enteros, buscando qué hacer? Que mierda. Ya no lo aguanto. Pero estoy convencido de que, como siempre, es una fase... Y saldré de esta. Hay que pensar que mañana saldrá el sol, no en la tormenta que esta noche azota... Claro, en caso de que la tormenta nos resulte insoportable. Y tediosa. Y asquerosa. Maldita nostalgia.

4 comentarios:

  1. muy triste, y con grandes imágenes, la nostalgia está en cada línea

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  2. Muchas veces la vida es como el mar, que se retira mucho llevándose todo y luego nos trae un maretazo de felicidad. Eso que estas pasando muchas veces nos ayudan a madurar. suerte

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  3. Lástima q tenga prisa y no pueda leer más de tu blog, pero este texto se disfruta, lo disfruté, sentí la nostalgia que ahora también ronda alrededor mío, pensaba cómo expresarlo y leí tu blog. Gracias por darle forma a las ideas.

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  4. Hi nene, hacia mucho que no venia y no sabes como lo lamento

    quisiera poder con un cerrar de pestañas, decirte todo lo q ha pasado. La rola q pusiste de manu chao,me puso de buenas aca en el defe estara el vive latino y promete ir el señorazo...

    te extraño amigo
    lamento no estar siempre
    en forma física

    pero estoy,sabes?
    besos,cambie de link,te espero
    hace 1 año te conoci,por cierto
    :) Salud por eso!

    y es coincidencia,pero el post de hoy
    habla de esa misma,sí
    asquerosa,nostalgia.

    UN abrazo,también, precioso :)

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