23/9/06

Hacíamos el amor

Ella y yo hacíamos el amor diariamente
En otras palabras, los lunes, los martes y los miércoles
Hacíamos el amor invariablemente...
los jueves, los viernes y los sábados,
hacíamos el amor igualmente...
Por último los domingos hacíamos el amor religiosamente.

Hacíamos el amor compulsivamente
Lo hacíamos deliberadamente
Lo hacíamos espontáneamente
Hacíamos el amor por compatibilidad de caracteres,

por favor, por supuesto, por teléfono,
de primera intención y en última instancia,
por no dejar y por si acaso,
como primera medida y como último recurso

Hicimos el amor por ósmosis y por simbiosis:
y a eso le llamábamos hacer el amor científicamente
Pero también hicimos el amor yo a ella y ella a mí,
es decir, recíprocamente
Y cuando ella se quedaba a la mitad de un orgasmo y yo,
con el miembro convertido en un músculo fláccido,
no podía llenarla,
entonces hacíamos el amor lastimosamente
Lo cual no tiene nada que ver con las veces en que yo me imaginaba que no iba a poder,
y no podía,
y ella pensaba que no iba a sentir,
y no sentía,
o bien estábamos tan cansados y tan preocupados
que ninguno de los dos alcanzaba el orgasmo
Decíamos entonces que habíamos hecho el amor aproximadamente


Muchas veces hicimos el amor contra natura,
a favor de natura,
ignorando a natura.
O de noche con la luz encendida,

o de día con los ojos cerradoso
con el cuerpo limpio y la conciencia sucia
o viceversa
Contentos, felices, dolientes, amargados
Con remordimiento y sin sentido
Con sueño y con frío
Y cuando estábamos conscientes de lo absurdo de la vida,
y de que un día nos olvidaríamos el uno del otro,
entonces hacíamos el amor inútilmente

Para envidia de nuestros amigos y enemigos,
hacíamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente
Para honra de nuestros padres, hacíamos el amor moralmente
Para escándalo de la sociedad, hacíamos el amor ilegalmente
Para alegría de los psiquíatras, hacíamos el amor sintomáticamente
Hacíamos el amor físicamente,

de pie y cantando,
de rodillas y rezando,
acostados y soñando
Y sobre todo, y por la simple razónde que yo la quería así
Y ella también
hacíamos el amor...
voluntariamente.


Fernando del Paso

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