
no conozco con certeza el significado de esa palabra, pero creo que es la que mejor define el estado en el que me encuentro. domingo por la tarde, la soledad como mi única compañera, no porque así sea mi destino sino porque yo así lo elegí. o tal vez no. tal vez sí es así mi destino. el caso es que miro el cielo limpio y azul, la calle desierta y en paz, la poca gente que transita el barrio, el señor en bicicleta, la madre y la hija juntas, la farmacia abierta, y todo en marcha, en orden, siguiendo su rumbo predefinido. yo también sigo mi rumbo predefinido, porque creer en eso es la única forma que he encontrado para no agobiarme con la incertidumbre de por qué estoy aquí, y a dónde voy, a dónde me dirijo, a dónde terminaré. pienso que soy parte de un plan trazado desde el principio de los tiempos, y que nada de lo que haga o deje de hacer cambiará las cosas. claro que puedo llegar al final de mi camino cansado y temeroso, o por el contrario, repleto de sabiduría y realizado, todo dependerá de mis acciones. llegaré a donde tengo que llegar, de eso no hay duda, pero la forma en que lo haga será por completo mi responsabilidad.
ahora me encuentro, como ya dije ayer (¿en verdad fue ayer? a mi me parece que pasaron siglos...), me encuentro estancado en el eterno presente. una fuerza extraña me ha envuelto entre sus finas garras, destruyéndome como nunca nadie me había intentado destruir jamás, con una elegancia admirable, con una paciencia notable, podría decir que esta fuerza misteriosa me destruye casi con cariño, con ternura, y por eso me atrapa aún más. no es la soledad, con esa ya me he familiarizado lo suficiente y sé que no es tan sutil ni tan inteligente. no es el amor, porque el amor es salvaje y sin límites. no es la rutina, porque la rutina sólo te llena de una eterna expectativa, esperando a que pase algo. es algo distinto, algo que nunca antes había sentido. y que se levantó esta mañana de la cama conmigo.
está en mis ojos, en mi rostro, habita dentro de mí. y tengo la vaga sospecha de que ya lleva mucho tiempo actuando, carcomiéndome, esperando el momento justo para revelarse y atacarme por el frente. pero mientras no sepa con certeza qué es, no podré controlarlo, o defenderme aunque sea. descubrí que no me conozco tanto como pensé. que hasta para mí soy casi un desconocido. que todo lo que creía saber de mí, y por tanto, de los demás (porque veo a los demás a través de mi propia imagen reflejada en ellos), podría resultar falso, que mi concepción del mundo y de la vida no es como lo había percibido hasta el día de ayer. y necesito hacer algo para no quedarme atrapado en el presente, que es algo muy diferente a disfrutar el presente. mucho, muy diferente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Gracias por tus comentarios!