29/10/05

Viendo "Tu cerebro"

Tu cerebro

sólo imagina...

Esta noche la bolsa es de mil dólares. MIL dólares. Es una fortuna. Con eso alimentaría a mi familia por dos semanas, y le compraría zapatos nuevos a Marisol, la pobre no puede ir a la escuela porque no tiene zapatos. Que no se lo lleven. Así mañana serán mil cien, esos cien extra me servirían para un frasco de Rivaliux. Buena falta que me hace. Ah, perdió ese pendejo, sigue la pregunta final. Todas las miras en la frente del último concursante, el tipo amarrado en una cama vertical, todo un clásico. Pero me gustan más las hachas. Truenan. Oh, ahí viene el tren. Mierda, cállate Max, ya vas a empezar, ladrarle a un tren, qué reverenda estupidez, ¡que te calles! Uff... ¿En qué estaba? Ah, la pregunta. Elije el sobre verde. Está sudando, incluso llora, pero no se notan las lágrimas. El conductor lo abre. Ahora, la pregunta final, señor Salas Sepúlveda 21-D. Si contesta acertadamente se llevará la bolsa acumulada de mil (sí, MIL) dólares, y un pase de cortesía para el ciber-billar ElectroPool, ubicado en la calle 42 y Ruanova, manzana 3, edificio 52-G. De lo contrario, nuestros francotiradores de esta noche, entre ellos, el actor hollywoodense Brendan Buckerham (aplausos) y la princesa de Nueva Ucrania Republicana, Eloise Mundock (aplausos y chiflidos), le dispararán directo al cráneo hasta extraer tu, tu, TU cerebro. ¿Estás listo, 21-D? Cuánta confianza como para llamarlo por su primer nombre. 21-D está listo. La pregunta es...

¿Qué famoso cantante de reggae-gótico transmetal-indust se divorció de la super estrella porno y derectora de la línea de maquillaje para niñas Ultra-Cute, Sarah Williams, convirtiéndose en su ex-marido número 26, cifra récord para esta generación de jóvenes actrices porno?

21-D mira para todos lados, es obvio que no sabe, no tiene la menor idea. Pero si está fácil, hasta yo la sé: Lorenzo Bacardi ZayZay, el de Cinco Picos. Pide que se la repitan... Iluso, no sabe las reglas. O tal vez la presión mortal lo ponga nervioso. Niñerías. Le da cinco segundos. Cuatro... Tres... Dos... Uno... ¡Nacho Hernández-Varff! El conductor detiene el "¡Disparen!" en el pecho y abre la tarjeta con lentitud. Los créditos comienzan a aparecer en la tira negra de abajo, a toda velocidad. El conductor mira hacia la cámara. Y la respuesta es... ¡incorrecta! ¡Disparen!

Los francotiradores disparan, y el último grito de terror del pobre 21-D es consumido por el sonido de las balas destruyendo el cráneo del sujeto este, hasta dejar al descubierto su cerebro. El conductor toma el cerebro entre sus manos y baila al compás del ritmo que suena de fondo, una canción de ZayZay.

Tú, tú, TÚ puedes participar mañana por la bolsa acumulada de MIL CIEN dólares, sólo llama al 532117043249 e inscríbete ahora mismo.

Pronto, una pluma y una libreta, no se me vaya a olvidar.

(FIN)

...anigami olós

27/10/05

tulipanes

tulipanes

Se sentía perdido en medio de un inmenso desierto de luz. El resplandor blanco lo cubría todo, parecía atravesar su cuerpo y envolverlo en un manto de calma y tranquilidad infinitas. No sabía cuánto tiempo había estado así, pero tenía la impresión de haber pasado toda una eternidad. Su mente, también limpia e inundada por la luz, se había olvidado de todo, incluso de su nombre. No había más preguntas, ni más miedos, ni más problemas. La gloriosa blancura lo era todo, y Armando viajaba flotando a través de ella, maravillado, sorprendido ante aquel paraíso de inconsciencia.

Sintió un agresivo tirón y al instante fue expulsado de su inmaculado refugio, y al abrir los ojos, descubrió que estaba ciego. Sus párpados dejaron entrar una oscuridad sólida y macabra, y con ella entraron también la angustia y la desesperación. Qué pasó. Dónde estoy. Tampoco podía hablar, ni mover un sólo músculo, ni escuchar nada. Sus ojos buscaron algún residuo de la magnífica blancura en la que había estado atrapado unos segundos antes, sin éxito. Cada bocanada de aire, cada latido de su corazón eran ahora una tortura indescriptible. Poco a poco, comenzó a sentir que su cuerpo se balanceaba con suavidad. Una delgada línea blanca fue dibujándose sobre él, recortando su figura en un rectángulo negro. Murmullos distantes, que fue identificando como llantos, en las voces de conocidos. Escuchó a Elisa, su mujer, y a su madre, y a sus hermanas. Pero parecían inmersos en un dolor tan profundo que lo alejaba de ellas. Trató de hablar, de llamar a su esposa, pero de su garganta sólo brotó un gemido casi inaudible. Logró mover un poco sus manos, las cuales estaban colocadas sobre su pecho, y tocó los suaves colchones que lo rodeaban. Sus movimientos eran lentos y necesitaba hacer un enorme esfuerzo para dejar de temblar. Luego de un rato pudo oler las flores. Sin duda, eran tulipanes. Su memoria le trajo de inmediato a la cabeza una conversación, de muchos años atrás, con Elisa. No me gustan las flores, Por qué, Porque son para los muertos, Y cuando te mueras, quieres flores, Claro... pero que sean tulipanes. Algo golpeaba el techo de, ahora lo sabía, su ataúd. Tierra, puñados de tierra. Los llantos se pronunciaron. Armando temblaba aún más, trataba de gritarles que no estaba muerto, por favor, sáquenme de aquí. Pero no podía hacer nada. De entre las voces, ya bastante lejanas, pudo escuchar la de Claudia. Mamá, qué le pasó a mi papi, y Elisa contestando, Tu papi se fue al cielo, hija. Y Armando empezó a llorar.

(FIN)

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[Versión 2]

25/10/05

el señor flores

increíble. es sólo... increíble. he estado demasiado ocupado los últimos días, las últimas semanas. de nuevo caí en la trampa del presente, pero ahora ya no me asfixia. sin embargo, con mi papá aquí, creo que todo tiene más sentido. no puedo explicarlo, pero así es.

recuerdo que lo vi, claro, en medio de algún receso, los primeros días de clases en la preparatoria sinaloense. lizbeth becerra ayudó a juntarnos, un día que se le acercó a aquel muchachito antisocial que entonces era, y me preguntó que si tenía novia. por qué, bueno, en ese momento no pensé nada, ni que se me estuviera insinuando ni que se estuviera burlando o algo, porque ella estaba muy presente en mi mente. sólo contesté que sí, y lizbeth, sorprendida, me llevó con sus amigos. ah, tenía que ser ella...

no recuerdo bien cómo estuvo. de seguro nadie presentó a nadie, y me fui acoplando poco a poco, como siempre. una extraña afinidad nos unió al señor alberto flores y a mí, que con el tiempo fue creciendo. sí, yo sabía que había sido amigo de isaac lizárraga toda la vida, y mi intención no era entrometerme, pero como dije, fueron las afinidades las que nos unieron. de pronto me encontré contándole mis penas de amor, él pidiéndome consejo, una noche, ambos, conversando en la parada del camión sobre nuestros respectivos problemas... podíamos hablar de cualquier cosa. yo sabía que de él jamás iba a recibir una palabra falsa pero que fuero lo que yo quería oír. siempre me decía lo que a él le parecía mejor, aunque fuera duro. como quien le da unas cachetadas a su amigo para que se calme. y el humor, hablábamos el mismo lenguaje, cierto sarcasmo suave y cruel al mismo tiempo... ah, qué tiempos aquellos. la noche de la despedida, apenas un semestre después de habernos conocido, fuimos a tocar al malecón, a la glorieta sánchez taboada. en la gorra que pusimos para el dinero reunimos lo suficiente como para comprarnos cada quien un vasito de elote con crema y queso. le dije, que le deseaba suerte, que por acá se le iba a extrañar. vaya que sí. lo he vuelto a ver dos veces. la primera, no pasamos muchos días juntos, pero los disfrutamos. la segunda, en una parranda como pocas en el callejón donde vivía, era año nuevo, me fui hasta que amanecía. y ahora existía la posibilidad de reunirnos de nuevo en diciembre, pero ya empiezo a preocuparme.

cuando recordé dónde había pegado el huracán (mi mente ya no funciona como antes... maldita sea), me preocupé por mi amigo. y qué si le pasó algo, estará bien, tengo que llamarlo. pero no lo he hecho. dice karla que no entran llamadas. de todas maneras lo intentaré. tengo que preguntarle si de nuevo pasaremos año nuevo en el callejón, con la hielera llena y los recuerdos a flor de piel. sólo espero, de verdad espero, que al señor flores le esté yendo bien.

y me gustaría estar presente en el cumpleaños de mi hermano. ya van dos seguidos que me pierdo, y no creo que sea justo. en fin. así es la vida.

"mi vida... no me hagas sufrir más..."

14/10/05

las señales

"creo en las señales (...): lo que tenemos que aprender está siempre delante de nuestros ojos, basta con mirar alrededor con respeto y atención, para descubrir adónde desea llevarnos dios, y el paso más acertado que debemos dar después. también aprendí a respetar el misterio: como decía einstein, dios no juega a los dados con el universo, todo está interrelacionado y tiene un sentido. aunque este sentido permanezca oculto casi todo el tiempo, sabemos que estamos cerca de nuestra verdadera misión en la tierra cuando lo que estamos haciendo está contagiado por la energía del entusiasmo. si lo está, todo va bien. si no lo está, es mejor cambiar pronto de rumbo"
paulo coelho

por suerte, yo también he creído eso. quizá por eso me gusta coelho, y no por su estilo narrativo tan simple: por el hecho de plasmar en sus libros con palabras claras lo que en mi cabeza late con tanta confusión que no consigo entender. a medida que voy leyendo sus libros, voy descubriendo que cada concepto, cada idea, cada enigma que coelho plantea, es un concepto o una idea o un enigma mío, que hasta eso momento no tenía nombre. no, no es propaganda, para mí así es, tal vez no sea así para el resto del mundo -sé que muchos odian a coelho. yo lo odiara, si no escribiera en sus libros lo que está en mi mente.

pero basta de quemarme. encontré el entusiasmo. ahí estaba, sólo que mi actitud me impedía descubrirlo. sí, claro, el hecho de que mi papá esté en tijuana quizá me haga verlo todo con otros ojos. ya no estoy solo, ya sé que puedo llamarlo y en cuanto pueda vendrá... él siempre viene a mi ayuda. encabeza la lista de hombres que admiro. él comprende, él sabe cómo funciona el mundo... caminábamos por la calle madero, en busca de un lugar dónde comer, cuando de pronto recuerdo que traigo antojo de comida china. él no dice nada, se detiene y le pregunta a una señora, oiga, no sabe dónde hay una comida china por aquí. me fascina su espontaneidad, su arrojo... y pensar que hace apenas unos años lo detestaba. hoy puedo decir que, cuando sea grande, quiero ser como mi papá. pero sin zapatos.

9/10/05

letargo

letargo

no conozco con certeza el significado de esa palabra, pero creo que es la que mejor define el estado en el que me encuentro. domingo por la tarde, la soledad como mi única compañera, no porque así sea mi destino sino porque yo así lo elegí. o tal vez no. tal vez sí es así mi destino. el caso es que miro el cielo limpio y azul, la calle desierta y en paz, la poca gente que transita el barrio, el señor en bicicleta, la madre y la hija juntas, la farmacia abierta, y todo en marcha, en orden, siguiendo su rumbo predefinido. yo también sigo mi rumbo predefinido, porque creer en eso es la única forma que he encontrado para no agobiarme con la incertidumbre de por qué estoy aquí, y a dónde voy, a dónde me dirijo, a dónde terminaré. pienso que soy parte de un plan trazado desde el principio de los tiempos, y que nada de lo que haga o deje de hacer cambiará las cosas. claro que puedo llegar al final de mi camino cansado y temeroso, o por el contrario, repleto de sabiduría y realizado, todo dependerá de mis acciones. llegaré a donde tengo que llegar, de eso no hay duda, pero la forma en que lo haga será por completo mi responsabilidad.

ahora me encuentro, como ya dije ayer (¿en verdad fue ayer? a mi me parece que pasaron siglos...), me encuentro estancado en el eterno presente. una fuerza extraña me ha envuelto entre sus finas garras, destruyéndome como nunca nadie me había intentado destruir jamás, con una elegancia admirable, con una paciencia notable, podría decir que esta fuerza misteriosa me destruye casi con cariño, con ternura, y por eso me atrapa aún más. no es la soledad, con esa ya me he familiarizado lo suficiente y sé que no es tan sutil ni tan inteligente. no es el amor, porque el amor es salvaje y sin límites. no es la rutina, porque la rutina sólo te llena de una eterna expectativa, esperando a que pase algo. es algo distinto, algo que nunca antes había sentido. y que se levantó esta mañana de la cama conmigo.

está en mis ojos, en mi rostro, habita dentro de mí. y tengo la vaga sospecha de que ya lleva mucho tiempo actuando, carcomiéndome, esperando el momento justo para revelarse y atacarme por el frente. pero mientras no sepa con certeza qué es, no podré controlarlo, o defenderme aunque sea. descubrí que no me conozco tanto como pensé. que hasta para mí soy casi un desconocido. que todo lo que creía saber de mí, y por tanto, de los demás (porque veo a los demás a través de mi propia imagen reflejada en ellos), podría resultar falso, que mi concepción del mundo y de la vida no es como lo había percibido hasta el día de ayer. y necesito hacer algo para no quedarme atrapado en el presente, que es algo muy diferente a disfrutar el presente. mucho, muy diferente.

8/10/05

movimiento

movimiento

todo se mueve. nada puede permanecer inmutable por siempre y para siempre. las cosas, los objetos, cumplen ciclos de esplendor y decadencia, al igual que los seres vivos: nacer, crecer, reproducirse y morir. me lo enseñaron en la escuela con unos pollos de ejemplo. yo no soy la excepción: yo también tengo ciclos. y me transformo.

de noche por la ciudad, y el desorden de ruidos, el domingo pasado, porque la selección ganó. en medio de ese caos de coches y de personas, de claxons y gritos, era posible encontrar cierta armonía extraña, cierto orden inmiscuido como un intruso. después, en la explanada del cecut, un grupo de percusiones africanas (o algo por el estilo) ordenaba ritmos en los tambores y armaban melodías, en las cuales también era posible encontrar un lado caótico: en cierto punto los golpes no eran más que golpes sin orden. el día se transforma en noche, la luz en oscuridad, los coches en sombras con ojos luminosos que te acosen desde sus caminos veloces. y nada, que me he atorado en el presente. incapaz de sentirme triste, deprimido, o eufórico, optimista. me quedé en el presente y el mañana no me importa, el ayer aún menos. sólo sé que hoy estoy aquí y mañana quién sabe... y eso me ha traído problemas, con el modo de vivir que llevaba antes de atorarme en el presente, pero no quiere decir que sean problemas con este modo de vida. no me logro percibir viviendo mañana, no es porque yo lo quiera... bueno, tal vez, cuando lo intenté, me pareció tan sencillo que ya no puedo dejar de hacerlo. el futuro no me entusiasma como antes, ya sólo pienso en lo que puedo hacer hoy, y los días se me escurren entre los dedos, y el tiempo pasa devorándome insaciable. y yo, necesito trabajo, dinero, tiempo, esperanzas, retos, metas... pero ya no soy capaz de mirar a futuro. para mí, sólo cuenta el día de hoy... todo se mueve, y yo me muevo con todo. por eso es como si hubiera quedado estancado.

cada noche hay gente nueva. cada día, nuevas fotos. en cada sueño hay cosas raras... y en cada bocanada, un túnel de estrellas.