16/9/09

Amargado



1. No sé cuándo me convertí en un amargado, que prefiere quedarse en casa, a salvo de la lluvia, del frío y de los cohetes que salir a festejar el aniversario de la independencia de su país con la cara pintada de verde-blanco-y-rojo y una bandera nacional amarrada a la cabeza. Pero lo cierto es que lo soy. El ánimo festivo de los extraños me perturba, me molesta saber que mis amigos, mi mismísima pareja, se están divirtiendo y se la están pasando bien y prefiero recluirme que arruinarles la noche con mi cara larga de fastidio y mis gestos de ya-me-quiero-ir inconfundibles. Ahora que lo recuerdo, desde que era niño soy así. Cuando mis tías y mi abuela me sacaban de la comodidad de la casa y me llevaban al tumulto infinito de personas ebrias y escandalosas en el paseo Olas Altas, durante las celebraciones del carnaval de Mazatlán, fingía tener mucho sueño para hacerlas sentir culpables (y molestas) de tener que cargar con un bulto dormido en la banqueta, tapado con chamarras. No, no dormía, imposible dormir en medio de ese barullo, pero me complacía arruinarles la noche dado que habían arruinado la mía. Hoy en día, por fortuna, me he dado cuenta que eso es de muy mal gusto, por lo que he dejado de ir a festividades, celebraciones y todo tipo de parrandas hasta el amanecer que no sean en mi honor. Desgraciadamente, esto, no ir, también parece afectar a aquellos que me rodean y que sí lo disfrutan, por lo tanto, no tengo salida: mi destino es amargar a las personas a mi alrededor, no importa lo que haga. Como Amaranta Buendía.

2. Lo único que lamento de no haber accedido a las insistentes súplicas de Regina Orozco (quien seguramente creyó que nuestro prehistórico teléfono tenía una contestadora integrada [Daniel, Daniel, Daniel, Daniel, Daniel, vente Daniel, traete el tequila Daniel], y no un vulgar buzón telmex, como en efecto tiene), es que después de cenar me puse a pensar que justamente hoy, por la fecha, por la lluvia y por la hora, en ese orden jerárquico, de más a menos, sería sumamente difícil, si no imposible, encontrar un taxi seguro que quisiera venir a Iztapalapa. Debí haber ido por ti. Ahora estoy preocupado. Porque además de amargado, soy preocupón. No sé qué viste en mí.

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"I wish I was special/ you're so fuckin' special/ But I'm a creep"

2 comentarios:

  1. Burro, te hubieras divertido con las pendejadas de la tal Amandititita. Te amo tal cual eres, y no pretendo que cambies.

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  2. Ay sí, soy amigui de Regina Orozco. Te pasas, yo hubiera ido nomás por estar con la Orozco, jajajaja. Lástima que acá no hay personaje digno que me haga salir a 'festejar' el grito. Ya sabes, puro PANazi. Tsssssss

    Por cierto, iré a verla el sábado y seré feliz, n__n.

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