18/3/09

Ser optimista



A pesar de no tener buena memoria, me gusta mucho recordar. Porque, debido a la manera en que se desenvuelve el tiempo hasta ahora, es decir, como una espiral interminable, podemos ir, en nuestra cabeza, de un punto a otro del pasado, sin que el tiempo tenga que transcurrir. El pasado en la cabeza es como un dvd, en cambio, el resto de las dimensiones temporales, el presente y el futuro, son como una cinta de un vhs. Hay que esperar, pacientemente, a que transcurra cada uno de los momentos, de los días, de los meses, para conocer qué pasará con nosotros.

Pensar en el futuro me provoca una gran ansiedad. Porque estoy nervioso. Que todo esto no valga la pena. Que después de todo, termine la carrera, me fastidie y no haga nada de lo tenga planeado, o que lo intente y lo arruine. Por eso estoy convencido de que es mejor no pensar. No imaginar, no especular, de cualquier forma, no sirve de nada. La vida está hecha de decisiones, tomándolas modificamos el curso de nuestras existencias. No decidir, en el fondo, también es una decisión, pero yo estoy determinado a aprovechar las oportunidades, todas y cada una. No, no quiero estudiar el acceso a la justicia de los pueblos indígenas, a pesar de ser un valioso conocimiento, estoy interesado en otros temas que considero más intrigantes y que me apasionan en una forma distinta; pero, si llegado el momento, tengo la oportunidad de involucrarme, no la desaprovecharé.

Todo el mundo busca destacar, sobresalir, ser más que los demás. No soy el único, no soy el mejor ni el más preparado. Pero todos tenemos derecho a esforzarnos, a intentarlo y, sobre todo, a hacernos ilusiones. Prefiero ser optimista, pero hay ocasiones en que no puedo mantener los pensamientos de ese tipo durante un periodo más o menos prolongado de tiempo.

1 comentario:

  1. El futuro, pienso yo, es un quehacer diario para los seres comunes como nosotros;un constante picar piedra.

    Saludos cordiales.

    g

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