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UrbinaOS versión 2.8 (beta)


1. He decidido no celebrar más cumpleaños. No dejar más a la deriva las esperanzas y expectativas del año que sigue, y no evaluar el anterior bajo la cruel escala de los éxitos o fracasos vividos. Creo que la vida no se puede tratar sólo de éxitos o fracasos. Debe haber algo más. Y aunque todo sea mentira en este mundo, aunque tal vez la realidad no sea esto que interpretamos como tal, tenemos la posibilidad de forjarnos nuestro propio sendero y darle el sentido que más nos plazca. ¿Qué es lo que más te gusta de la vida? ¿Qué es lo que te apasiona? ¿Qué enciende en ti las ganas de despertarte por las mañanas? Descubrirlo, y perseguirlo, qué más nos queda.

2. Una extraña sensación de euforia se ha apoderado de mí los últimos días. Por momentos siento que nada puede perturbarme. Que tengo bajo control mis impulsos, mis deseos y mis anhelos. Que estoy seguro de lo que quiero y que sé que mis pasos están encaminados a esa dirección. Es la euforia de estar en el camino correcto, me parece. Por momentos siento arrebatos de pasión, unas ganas locas de vivir y volver a vivir esas sensaciones que disfruto y que me llenan de ganas: oír la misma canción una y otra vez, escribir, leer, dibujar, aprender algo nuevo, soltarme, dejarme caer, dejarme llevar, fluir con la corriente, moverme en sincronía con el resto del universo... Es peligroso, corro el riesgo de aferrarme otra vez, de querer sentirme así siempre, de perder el equilibrio del que ya me siento tan cerca... Pero me conozco bien y sé que, llegado el momento, sabré estar tranquilx y en paz conmigo.

3. La motivación más fuerte de la raza humana, por alguna razón, es la emoción. Nos aferramos a las certezas que nos hacen sentir algo, lo que sea. Si es alegría, porque la disfrutamos; si es tristeza, porque nuestro cuerpo es sabio y genera las hormonas necesarias para sobrellevar ese dolor, de las cuales también nos colgamos. Sentir, percibir el mundo que me rodea, pensarlo, para existir. Una de las certezas que más necesitamos: existir, ser, pertenecer. Las emociones nos llevan por esta balanza de la existencia de un polo al otro, y de cada extremo intentamos aferrarnos. Pero es bien sabido que las emociones estancadas, como el agua que no fluye, se pudre y deja de ser algo útil y bello, y se convierte en algo que debemos desechar cuanto antes. Pero siempre cuesta trabajo.

4. El primer libro que leí de José Saramago fue El hombre duplicado. Durante el transcurso de la novela me fui enamorando de su inigualable manera de narrar, de las emociones que despertaban en mí sus personajes, y de las cuestiones culturales y filosóficas que planteaba en sus relatos. El hombre duplicado aborda uno de los fenómenos más interesantes a los que estamos expuestxs: la repetición. Nos han vendido la idea de que cada ser humano es único e irrepetible. Pero apuesto a que puedo encontrar cada uno de los elementos que me conforman, en otras personas. Lo que somos, lo que aprendimos, lo que hacemos: todo lo vimos antes, todo lo estamos repitiendo constantemente, una y otra vez. Somos copias de copias de copias. Nada hay de nuevo en el universo desde su creación. Todo es lo mismo: orden y caos, vida y muerte, luz y oscuridad. Hay algo de cada extremo en cada cosa. Toda la existencia se repite una y otra vez a lo largo de una espiral interminable. El universo mismo es una vorágine incesante de planetas chocando, estrellas naciendo y agujeros negros devorando y destruyendo. El caos es un orden por descifrar, dice una cita en la primera página del libro. Todo es lo mismo.

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