19/5/14

UrbinaOS versión 2.8 (Sin Nombre)


Autorretrato: "No me vean - Véanme"
Anunciamos con alegría la liberación de UrbinaOS versión 2.8, nombre clave: "Sin nombre".

Novedades de esta versión:
  • Más errores, bugs y fallos que nunca.
  • 99% autogestiva, independiente y libre (esperamos alcanzar el 100% en futuras versiones).
  • Ninguno de los módulos son permanentes ni definitivos.
  • No espere nada de este SO porque se va a decepcionar.
  • No tiene ninguna utilidad definida ni aspira tenerla.
  • Fascinación excesiva por los extremos opuestos y las situaciones donde estos se mezclan.
  • Fijación casi anormal por el hecho de que todo sea la misma cosa.
  • Se eliminó el módulo "Necesidad de socializar" ya que generaba demasiada angustia por su mal funcionamiento y conflictos con otras partes del SO.
  • También se eliminó el módulo "Necesidad de reconocimiento" ya que usaba una gran cantidad de recursos para los escasos beneficios que aportaba.
Funciones y habilidades corregidas:
  • Script mejorado para cuestionar y criticar las normas y estructuras sociales interiorizadas y asumidas por una amplia mayoría de los sujetos sociales (llámese "Sistema") con quienes convive.
  • Más obsesionado que nunca con los pingüinos.
  • Más cariño por sus periquitos.
  • Mayor seguridad, estabilidad y rendimiento.
  • Se añadió un script para vigilar sentimientos de culpa, autocensura, represiones y rencores, y eliminarlos apenas se detecten.
Errores conocidos:
  • El hardware no tiene suficientes tatuajes. Futuras versiones corregirán este gravísimo error.
  • La estabilidad emocional y el equilibrio óptimo de todos los módulos de este SO no son permanentes ni plenos. Este error no se puede, ni se debe intentar, corregir.
Usted no puede descargar ni instalar este Sistema Operativo, pero puede interactuar con él, si quiere, aportar mejoras, o incluso más errores, meterle mano (if you know what I mean), o admirarlo como está. En última instancia, será el propio UrbinaOS el que decidirá si aplica los cambios y modificaciones sugeridos, o no.

Se recomienda a todos los usuarios tomar las riendas de su vida y programar su propio Sistema Operativo con el que se sientan a gusto, cómodxs y felices.

Namasté, y buena suerte.

18/5/14

Namasté


“Honro el lugar en el que usted y el Universo entero moran, honro el lugar que es de amor, de integridad, de sabiduría y de paz. Cuando usted está en ese lugar, y yo estoy en ese lugar, somos uno”.
[vía]

16/5/14

Doña Nostalgia

Mi hermana y yo, esperando el trolebús en Eje Central

-Buenas, joven.
-Buenas, señora. ¿Dígame?
-Pues nada, ya vine a visitarte.

En otros tiempos, la hubiera dejado pasar a regañadientes, inquieto por su visita, deseando que termine pronto, distraerme en otra cosa y que doña Nostalgia se canse de andar por ahí, hablando de tiempos pasados, contándome sus historias favoritas, de cuando yo era niño, cuando éramos jóvenes y no teníamos nada qué perder. La hubiera mirado de reojo mientras trabajaba, o mientras comía, o mientras me bañaba, haciendo como que la escucho, en ocasiones, distrayéndome con sus palabras, viajando hacia los lugares que describe, reviviendo esos anhelos, esas emociones, tan nítidamente que me espantaba sentirlo, algo que ya había dejado atrás, volver a vivirlo, qué angustia, pero aunque me atormentara, la dejaría hablar, y le pediría que se estuviera otro ratito más, hablándome de los buenos tiempos, con su voz ronca, pausada, y su mirada perdida, llena de recuerdos.

-¿No me invitas a pasar?
-Claro, pásele por favor, póngase cómoda.

Esta vez, la recibí con una sonrisa. La hice pasar, le ofrecí un asiento, me senté junto a ella, mirando sus canas, sus arrugas, sus manos firmes y seguras haciendo gestos amplios en el aire mientras me hablaba de lo bien que la pasaba con mi hermana, lo mucho que nos reíamos, la primera vez que la vi, en su cuna, envuelta en mantas rosas, la cabeza negra, llena de pelo, y su fragilidad de bebé. "Ese día te convertiste en el hermano mayor que nunca has dejado de ser", me dijo doña Nostalgia, que me conoce tan bien, mejor que yo mismo.

-¿Gusta un cafecito, señora?
-Ay, qué amable eres. Ándale pues.

Le gusta el café negro, bien cargado, y mientras lo bebía sin prisas, disfrutando cada sorbo, continuaba su relato, por momentos sus ojos brillaban y me recordaban a los de mi hermana, a los míos, cuando éramos más jóvenes, tantas angustias, tantas esperanzas y tantos buenos momentos. Yo la miraba extasiado, por primera vez en muchos, muchos años, estaba disfrutando su charla y su compañía. La escuchaba con atención, le pedía más detalles, "¿Te acuerdas lo bonita que se veía con ese vestido de frutas? ¿Lo mucho que te angustiaste cuando le dio apendicitis el día de su cumpleaños? ¿Lo mucho que sufriste cuando la viste recuperándose en la cama del hospital, tan niña, tan frágil?". Sí, yo me acordaba. Y sonreíamos con complicidad.

-Bueno joven, ya se hace tarde. Me voy.
-¿Cómo? ¿Tan rápido?

En otras ocasiones, ni se había despedido. O más bien, yo simplemente no me había dado cuenta de que se iba, nada más la ignoraba, hasta que se cansaba de murmurar sus historias por los rincones y se marchaba. Pero esta vez, le retiré su taza de café, la ayudé a ponerse en pie, le di un abrazo cariñoso y un beso en la frente. "Váyase con cuidado, señora".

No dijo más nada. Sólo atravesó la puerta y se fue, sin mirar atrás, con su paso lento, pausado. Yo me quedé ahí, parado en el umbral, viendo cómo se alejaba, no podía quitarme la sonrisa de la cara. Me quedé mirando hasta que su figura encorvada y dulce, pero fuerte y decidida, se perdió de vista, como si se hubiera evaporado en el aire.

Hasta la próxima, doña Nostalgia. Aquí la espero cuando guste.

4/5/14

UrbinaOS versión 2.8 (beta)


1. He decidido no celebrar más cumpleaños. No dejar más a la deriva las esperanzas y expectativas del año que sigue, y no evaluar el anterior bajo la cruel escala de los éxitos o fracasos vividos. Creo que la vida no se puede tratar sólo de éxitos o fracasos. Debe haber algo más. Y aunque todo sea mentira en este mundo, aunque tal vez la realidad no sea esto que interpretamos como tal, tenemos la posibilidad de forjarnos nuestro propio sendero y darle el sentido que más nos plazca. ¿Qué es lo que más te gusta de la vida? ¿Qué es lo que te apasiona? ¿Qué enciende en ti las ganas de despertarte por las mañanas? Descubrirlo, y perseguirlo, qué más nos queda.

2. Una extraña sensación de euforia se ha apoderado de mí los últimos días. Por momentos siento que nada puede perturbarme. Que tengo bajo control mis impulsos, mis deseos y mis anhelos. Que estoy seguro de lo que quiero y que sé que mis pasos están encaminados a esa dirección. Es la euforia de estar en el camino correcto, me parece. Por momentos siento arrebatos de pasión, unas ganas locas de vivir y volver a vivir esas sensaciones que disfruto y que me llenan de ganas: oír la misma canción una y otra vez, escribir, leer, dibujar, aprender algo nuevo, soltarme, dejarme caer, dejarme llevar, fluir con la corriente, moverme en sincronía con el resto del universo... Es peligroso, corro el riesgo de aferrarme otra vez, de querer sentirme así siempre, de perder el equilibrio del que ya me siento tan cerca... Pero me conozco bien y sé que, llegado el momento, sabré estar tranquilx y en paz conmigo.

3. La motivación más fuerte de la raza humana, por alguna razón, es la emoción. Nos aferramos a las certezas que nos hacen sentir algo, lo que sea. Si es alegría, porque la disfrutamos; si es tristeza, porque nuestro cuerpo es sabio y genera las hormonas necesarias para sobrellevar ese dolor, de las cuales también nos colgamos. Sentir, percibir el mundo que me rodea, pensarlo, para existir. Una de las certezas que más necesitamos: existir, ser, pertenecer. Las emociones nos llevan por esta balanza de la existencia de un polo al otro, y de cada extremo intentamos aferrarnos. Pero es bien sabido que las emociones estancadas, como el agua que no fluye, se pudre y deja de ser algo útil y bello, y se convierte en algo que debemos desechar cuanto antes. Pero siempre cuesta trabajo.

4. El primer libro que leí de José Saramago fue El hombre duplicado. Durante el transcurso de la novela me fui enamorando de su inigualable manera de narrar, de las emociones que despertaban en mí sus personajes, y de las cuestiones culturales y filosóficas que planteaba en sus relatos. El hombre duplicado aborda uno de los fenómenos más interesantes a los que estamos expuestxs: la repetición. Nos han vendido la idea de que cada ser humano es único e irrepetible. Pero apuesto a que puedo encontrar cada uno de los elementos que me conforman, en otras personas. Lo que somos, lo que aprendimos, lo que hacemos: todo lo vimos antes, todo lo estamos repitiendo constantemente, una y otra vez. Somos copias de copias de copias. Nada hay de nuevo en el universo desde su creación. Todo es lo mismo: orden y caos, vida y muerte, luz y oscuridad. Hay algo de cada extremo en cada cosa. Toda la existencia se repite una y otra vez a lo largo de una espiral interminable. El universo mismo es una vorágine incesante de planetas chocando, estrellas naciendo y agujeros negros devorando y destruyendo. El caos es un orden por descifrar, dice una cita en la primera página del libro. Todo es lo mismo.