15/7/09

Ya



1. He tenido, últimamente, nostalgia de los primeros días. Cuando llegamos aquí sin nada, cuando podíamos cargar, nosotros mismos, con todas nuestras pertenencias. Eran tiempos de ilusiones, de deseos, de porvenires. No habíamos fracasado porque habíamos empezado otra vez, habíamos vuelto a nacer. Esa noche, mientras miraba el alto techo del cuarto que T nos consiguió para dormir, yo pensaba en nuestro futuro. El de largo plazo no me interesaba, sino que me preguntaba, Qué vamos a hacer, de qué viviremos, con esa ansiedad que ya me conoces. Tampoco me interesaba el pasado. Me enfoqué tanto en el día siguiente, en lo que haríamos, que olvidé que te tenía entre mis brazos. Al sentirte de nuevo, un escalofrío recorrió mi espalda, dibujé en mi cara una sonrisa y me sentí muy feliz. Sólo hasta entonces, supe que la felicidad, para mí, sí existía. Que tenía nombre, apellido, y el rostro más bello de todos.

2. Por una parte, me alegra que termine el trimestre. Estaba empezando a fastidiarme todo esto. Estoy perdiendo las motivaciones para la escuela, y no las recuperaré hasta que descubra nuevas clases, nuevos proyectos y nuevos retos. El tercer año ya. Queda poco tiempo y hay mucho qué hacer. Desde este trimestre me pondré en contacto con la universidad a la que me quiero ir a hacer trabajo de campo, prepararé el proyecto y se lo llevaré a mis maestros para que me ayuden. Hasta ahora, todo ha ido bien, pero sé que las cosas irán mejor. Eso espero.

3. Me mata la ansiedad. Cada vez que pasó por la oficina del departamento de antropología, me detengo en el cuadro de anuncios para ver si ya publicaron los resultados de la admisión. Durante estos últimos días, hay momentos en que estoy convencido, en que no hay manera de que no te acepten. Otras, tengo miedo, y estoy seguro que te rechazarán, y me pongo a pensar, Entonces, qué haremos. Yo creo que es un buen proyecto. El único motivo por el que, creo, podrías no quedar, es que no eres antropólogo. Pero entonces, para qué la abren a todos los de ciencias sociales... Además, justificamos muy bien la vinculación con la comunicación. Sólo espero el viernes para salir de la maldita duda. Entonces, ya veremos qué hacemos. Sólo entonces.

------------

"En el fondo amamos nuestro deseo, y no aquello que deseamos", F. Nietzsche

1 comentario:

  1. Siendo realistas, el cierre es miy cierto, no se quein dijo alguna vez: "El amor es el deseo desesperado de ser deseado desesperadamente"

    Saludos!
    Espero no te moleste comentar.

    ResponderBorrar

¡Gracias por tus comentarios!