11/1/09

Me cayó encima



1. De pronto, como por arte de magia, la cosa más importante que aprendí en mi vida dio un vuelco y, tímidamente, me cayó encima. Recordé las sesiones de terapia individual con la psicóloga del Centro, la vez que me dijo que yo usaba, como sistema de defensa, la racionalización, y que mi adicción a la mariguana era leve, y que el mayor peso que llevaba a cuestas era tratar de agradar a todo el mundo, tratar de complacerlos y de cumplir con sus expectativas. Justo eso. Tantas veces repidiéndote que lo único que buscaba era hacerte feliz, pero hasta este momento lo consideraba una cosa normal en el amor, qué es el amor si no hacer feliz a alguien. He llegado a un punto en el que el amor que siento por ti ha superado el amor que me tengo a mí mismo, y eso no sería ningún problema si tú lo apreciaras, o si el tiempo no hubiese transcurrido junto con la costumbre y la monotonía de los días juntos, de los días lejos, de los días iguales, cansados, de trabajar para vivir. No es culpa mía ni es culpa tuya, nada más así pasa, me he pasado la vida predicando que el amor no es un sentimiento hermoso sino la sublimación de todos los demás, incluyendo los feos, los malos o los que, nada más, no nos gustan. Y aun así, con una definición en apariencia tan concreta y certera, no vayas a pensar que sé cómo amar, quizá es algo que no se aprende porque no se puede, tal vez el amor es más como andar un camino, como manejar un coche, cada quien lo hace a su manera y del modo que mejor le acomode, entonces, es cuestión de intentar modos distintos, ensayo y error, la intención es lo que cuenta, pero cuentan más las acciones que motivan esas intenciones. Quiero decir que ya no voy a buscar complacerte en todo, no cuando contraríe mis propias motivaciones, mis gustos o mis apetencias coyunturales, no cuando tenga que pisotear mi amor propio para verte feliz. Y es que a veces, sólo a veces, me preocupa que no seas como yo sólo en una cosa: en que baste para hacerte feliz, verme feliz. Es cuestión de reciprocidad.

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"Porque yo adonde voy hablaré de tu amor como un sueño dorado..."

3 comentarios:

  1. si no existe esa reciprocidad, llega a explotar todo aquello que alguna vez intentaste darle a aquella persona.
    soy nueva en el blog, cuidate
    que tengas buen día.

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  2. NOOO WEY!! está de la madre eso de complacer a los demás, sobre todo si se trata de una relación de algo más que amistad... la experiencia me lo ha dicho...

    Cuídate, te mando un saludo!

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  3. órale! buena psicóloga je =P

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