29/12/08

Express



1. Apenas me bajé del avión y el olor del mar me dio de lleno en la cara. F dice que también le llegó, pero que también percibió el olor del drenaje. Hace calor. Ahora he notado el acento mazatleco más que nunca, y como he estado leyendo a Marvin Harris, asocio la manera de hablar cortando las palabras y las vestimentas de la gente (ropas cortas y delgadas, como si anduviesen casi semidesnudos) con el clima caluroso y el ahorro de energía vital... Es la famosa maldición del antropólogo de la que tanta habló Xóchitl.

2. No me gusta pelear por dinero. Y me pone muy triste que sea yo quien siempre intenta arreglarlo todo, y que sea yo quien siempre trato de buscar soluciones y tú estés siempre evitando las soluciones. Pero no importa. Ya no importa...

15/12/08

Casi


[Navidad en Berlín/ Berlin zum Weihnnachtszeit]

1. Anoche no pude dormir. Me despertaba a mitad de la noche pensando, y si cambió el examen, pero luego recordaba las palabras de M, es verdad, lo va a dejar igual, y C, así se le facilita calificar, tiene que entregar calificaciones el miércoles, no se va a poner a leer más de 500 respuestas en dos días... Pero a las pocas horas otra pesadilla interrumpía mi descanso. La conciencia, caray. No, decía M, es su culpa, a quién se le ocurre no cambiar el examen en 5 años, qué clase de maestro es ese. Pensé, tiene razón. Luego pensé, Y si sí lo cambió. Me había pasado el fin de semana resolviéndolo, estudiando ejercicio por ejercicio, muchas horas de mi vida y para nada. Me desperté por última vez antes que el escándalo del celular y me paré antes de la salida del sol. Me fui a la escuela diez minutos antes. Creí que llegaría temprano, pero al menos cinco más de mi grupo ya estaban ahí. No era el único nervioso. Quién sabe si todos habrían pasado tan mala noche. El maestro se detuvo frente a nosotros, a unos 20 metros, y bebió muy quitado de la pena un sorbo de su café. Luego siguió caminando. Nos dijo, Vaya, que puntuales, y yo, como broma, dije, Punto extra. Todos reímos. Risa nerviosa, dijo C. A mí me dieron el examen primero. Por primera vez desde el inicio del trimestre estaba el grupo completo. Decía, Nombre, luego las instrucciones, idéntico. Leí las preguntas. Idénticas. Sonreí, miré a mi alrededor pero nadie me prestaba atención. Volví a sonreir y empecé a contestar.

2. E salió del salón de posgrados de CBI sin despedirse de nadie. A veces me siento mal porque es un tipo muy noble y no merece ser tratado así, pero hay ocasiones en los que a mí se me antoja irresistible una expresión irónica o algo así... No lo hago por molestarlo. M recibió una llamada. Debo aceptarlo, me cae muy bien, cómo tiene esa visión crítica de la antropología, cómo no se calla nada, su sinceridad desconcertante... Que la maestra iba a invitar el desayuno. Va. Salimos corriendo hacia la entrada de la escuela. Estaban en las quesadillas. La gente le entregó su trabajo. A mí me daba un poco de pena entregárselo frente a todos, porque sabía que me iba a ver presuntuoso. La maestra me miró y me dijo, Daniel, tu trabajo. Saqué el CD de la mochila y se lo di. Puso cara de asombro. Igual que todos. Luego se ve el futuro antropólogo visual, dijo C. Me sentí bien. Orgulloso. Al final le expliqué a la maestra que tenía que leer la nota del disco, y no le hice ni una aclaración más. Desistí de la idea de verlo con ella porque sabía que sudaría mucho, y ya era tarde. Comimos. Fueron $235, escuché a la señora. 10 refrescos. La maestra dijo, Perfecto. Le salimos baratos, la verdad. Había empezado a pensar que el video no era tan bueno. Pero es la autoestima, el estrés, qué sé yo. Qué sé yo.

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"Se me cae, se me cae como a la culebra"

8/12/08

Recta final [vol. 2]


[Estación atlalilco, línea 8 del metro del DF]

4. Un día de estos los posts con la etiqueta "personal" van a superar a los "cuentos". Lo cual me llena de tristeza.

5. Sostenía la laptop de F, frente a mi clase de Introducción a la Ciencia Política [¿habrá una optativa que se llame "introducción a la antropología social"? Por que si no...] mientras se reproducía el video que había hecho dos días antes. Sudaba. Siempre me pone nervioso mostrarle mis videos a los clientes, aunque estrictamente mis compañeros de clase no eran mis clientes, pero no quería decepcionarlos. Pensé, Ya duró mucho, cuando a los cinco minutos comenzaron a escucharse rumores y voces que sobresalían del ruido de las bocinas. Pensé, Debí cortarle más. A la hora de la edición siete minutos no me había parecido demasiado, pero aprendí que, aunque no parezca muy largo, hay que cortarle lo más que se pueda. No los veía, sólo de vez en cuando, cuando soltaban una risa, un comentario, algo. Trataba de mantener la vista fija en la pantalla, cuando L y G, dos alumnos que en primero eran del "otro grupo", tomaron sus cosas y se fueron. El video no había terminado todavía. Pensé en decirles, Oigan, yo vi toda su exposición, y recordé cuando Homero Simpson les gritó a los demás padres de familia, en el auditorio de la primaria Springfield, cuando todos huían por alguna razón ante la presentación de alguno de sus hijos, Regresen, ¡nosotros vimos a sus hijos! No dije nada y esperé a que terminara. Concluí con algunas ideas atropelladas porque sabía que ya eran las 10. Todos se fueron. Nadie aplaudió. Pero el maestro me puso MB.

6. Estaba tratando de aprenderme los géneros de las cosas cuando me lamenté que los alemanes le hubiesen puesto sexo a todo. No se me pega todavía, los únicos que me sé son los que ya de por sí son sexuados, como der Schuler y die Schulerin, der Herr y die Frau, der Lehrer y die Lehrerin, der Freund y die Freundin... Pero Hefte? Regel? Fenster? Tag? No los recuerdo. Y gran parte no sé lo que significa. Debía haber estudiado en su momento. El caso es que estaba tratando de aprendérmelo ayer pero me costaba trabajo concentrarme con F así. Qué, los lavaderos no son nuestros, debimos levantarnos temprano, no deberían utilizar los dos que a fin de cuentas son compartidos, para qué lavan tanta ropa... Todo eso, sí, tenía razón, pero qué más podíamos hacer. Sólo lamentarnos o dejarlo ir. Mañana lavo yo, no te apures, pero nada, nada podía calmar su mal humor, y aunque me ha pedido cientos de veces que no le haga caso, es imposible. Las emociones se contagian. Fue entonces cuando un pensamiento terrible vino a mi mente. Pensé, Te vas a lamentar cuando me vaya. Pensé que a fin de cuentas, yo era el que aguantaba más. Yo era el que más cedía, el que más me preocupaba. Pensé que gasto demasiado tiempo tratando de conservar su humor en un estado al menos tranquilo, no digamos bueno. Es verdad que no "trabajo", al menos no formalmente, pero también es verdad que no sólo me dedico a estudiar. Y que de cualquier forma debo mantener mi rendimiento, con o sin su apoyo... Pero pronto alejé esos pensamientos de mi cabeza. No, el amor no es siempre bueno y hermoso. Los sentimientos no son buenos ni malos. Son sólo sensaciones subjetivas que nos motivan a la acción. Lo que quiero decir es que no debo tener miedo de haber pensado eso, pues lo que cuenta no es qué siento, sino qué hago con eso que siento. ¿Y qué hago? Pues estoy aquí. De pie. Y aquí quiero estar.

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"Dame alas para volar
no me las vayas a cortar que me caigo"