14/7/08

"Tanta escuela me apendeja"



La verdad es que este trimestre ha sido uno de los más retadores en cuanto a comprensión de conceptos y aprehensión de ideas se refiere. El funcionalismo es complicado, con Durkheim, Malinowski y todos esos. Tejera y sus manos en perpetuo movimiento y sus vaivenes por el salón no ayudan mucho que digamos. El particularismo es todavía más complicado, pero ya no por sus conceptos sino por su metodología: cada cultura tiene sus propios motivos e historia particular, de lo que se deduce que, si es que existen leyes universales de la cultura, éstas no pueden ser descubiertas, ni siquiera sospechada, hasta que se haga un estudio concienzudo y a fondo de TODAS las culturas, lo cual es imposible porque éstas se mantienen en transformaciones constantes según el enfoque funcionalista-particularista de Kroeber: la cultura condiciona al individuo, y éste, a su vez, modifica algunos aspectos de la cultura que, en la siguiente generación, no será igual.

Por ejemplo, no es lo mismo mi mamá, que cree que tener sexo está mal, y por lo tanto, usar el condón para tener sexo también está mal, que mi hermana, que cree que tener sexo está bien, y usar condón para tener sexo, por ende, también está bien. Es un decir. Las generaciones cambian la cultura, pero no más allá de lo que está condicionado. O sea, construimos la nueva cultura sin destruir la anterior, basándonos en lo que ya existía antes de nosotros. No somos capaces, pues, de inventar formas culturales, sólo de innovarlas.

¿Qué debo hacer? Fundir todos los enfoques y tomar de cada uno lo que mejor me parezca puede llegar a resultar contradictorio, pero sobre todo, confuso. Además, científicamente, jamás se llegará a un acuerdo, porque según el investigador A, el fenómeno f tiene una explicación, pero si vemos lo que dice B, el mismo fenómeno f tiene otra explicación, y así podríamos continuar por siempre, tanto de la perspectiva funcionalista como de la particularista, hasta concluir que el fenómeno f no tiene una explicación general, sino que cada quien le da la explicación que cree más convincente. Y esto es una verdadera estupidez; si cada cosa es para cada quien algo distinto, las ciencias (naturales y sociales) no tienen ningún sentido: el árbol que para mí es un palo seco con el cual golpear a mis hijos, para la ardilla es un hogar y para mis hijos es la estructura de su columpio: el árbol es todo menos un árbol. Pero para mí, es un árbol y se acabó, y el que me diga "No sólo es un árbol" yo le diré, "Carajo, pues qué tienes en los ojos, en el olfato, en el tacto, en el oído y en el gusto que te impiden ver a ese árbol como lo que es".

Sé que debo apropiarme de una teoría y defenderla después de trabajarla lo suficiente. Pero hasta ahora ninguna me convence. Ni los funcionalistas por organicistas, ni los particularistas por relativistas, ni los marxistas por materialistas. Así que creo que lo mejor será, y esa será mi más grande aportación a la antropología contemporánea, un nuevo enfoque, una nueva corriente del pensamiento que sorprenderá y cautivará a las nuevas generaciones, que cambiará su manera de verse a sí mismo y ver a los demás, que le ayudará a comprender cuál es el verdadero sentido de las cosas y los fines últimos de la raza humana, que le mostrará la luz al final del túnel oscuro y tenebroso y le dará paz interna, felicidad, salud, dinero, amor, placer sexual, y todo lo que siempre buscó y buscó pero jamás pensó que llegaría a encontrar... ¡Espérela!

PD: Es un decir [ah, me gustó esa...]

PD2: Nótese que en la cita el autor no utiliza la palabra "religión", sino "superstición". Mi profe de historia mundial, económica, política y social I se cagaría... jajaja.

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"No se supone, por ejemplo, que sea más racional desear vivir que desear morir, ni que en el primer caso sea más racional buscar una larga vida por medio de la ciencia que por medio de la superstición", Karl Polanyi.

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