18/12/13

#MentirasElReality

En 2014, seré más transparente que este amanecer desde mi casa
Tenía días pensando en alguna forma creativa y práctica de hacer algo contra el sistema. Ya saben, el sistema capitalista neoliberal heteropatriarcal en el que vivimos. Una manera de expresar mi inconformidad, y que al mismo tiempo me sirviera de algo a mí y a las personas que me rodean. Porque llevo muchos años manifestándome inconforme y en contra de un sistema social, de una dinámica de sociedad que nos obliga a consumir, a jerarquizar, a discriminar, pero las formas en que he expresado dicha inconformidad (yendo a marchas, apoyando causas que considero justas, aplicando ciertos valores y prácticas en mi cotidianidad, boicoteando marcas, difundiendo información, y en ocasiones, hasta siendo pesimista y escéptico, y hasta, lo confieso, deseando en secreto que la situación del país empeore hasta un punto insoportable, sólo para ver si en ese extremo, lxs mexicanxs promedio, esxs que ven el fútbol y las telenovelas con sagrada devoción, reflexionarían sobre su situación real y se vean forzadxs a por fin hacer algo), no han sido suficientes, al menos, no para mí.

Pensé, ¿cómo puedo ir en contra del sistema y al mismo tiempo ser parte de él? ¿Qué puedo hacer lo suficientemente subversivo como para poner en jaque al sistema, al menos en los medios en los que me desenvuelvo? Y aunque la respuesta que encontré puede que no parezca una acción tan radical, para mí representará un cambio muy importante en mi vida cotidiana, y espero contagiar a otres a que hagan lo mismo.

Al sistema le gusta que mintamos. En los medios de comunicación, en la política, en las redes sociales... Todas las esferas de nuestra existencia están empañadas por una densa capa de mentiras y más mentiras, que nos decimos a nosotres mismes y a quienes nos conocen. Intentamos mostrar a la gente lo que nos gustaría ser, y escondemos lo que en verdad somos con vergüenza, miedo y frustración. No sólo transformando nuestra apariencia (que esto no necesariamente tiene qué ver con mentir), sino manifestando afectos, deseos y sensaciones que en realidad no sentimos.

Hace poco leí un artículo de un sujeto que había decidido no decir más mentiras, y su vida se había transformado por completo, en ocasiones para bien, en ocasiones para mal. Yo no podría dejar de mentir, hay veces en que una inocente mentirilla puede traer muchos más beneficios que la cruda verdad. Pero lo que sí puedo hacer, es ser más consciente de las mentiras que digo, y por qué las digo.

He comprobado ya que el simple acto de hacernos conscientes de lo que hacemos, nos puede ayudar mucho a hacerlo mejor o, en este caso, dejar de hacerlo. Todo este año mantuve una cuenta de las horas efectivamente trabajadas, y hacia los últimos meses he tenido un incremento muy favorable en mi productividad. Tengo la esperanza de que hacer lo mismo, pero con las mentiras que diga, me ayude a gradualmente dejar de decirlas, y asumir los efectos negativos de la honestidad absoluta.

Así pues, a partir del primer minuto del 26 de diciembre, llevaré una cuenta de toda las mentiras que diga durante el año, y lo mejor: lo haré públicamente en mi cuenta de Twitter (@virginiourbina) usando el hashtag #MentirasElReality. La mentira en sí, al no ser tan relevante para este proyecto, la omitiré, pero la cuenta y las razones para decirla, esas sí que las publicaré.

Es como "Mentiras, el musical", pero esto en vez de ser un musical será un reality 2.0 (aunque también podría ser un musical...) y espero que en verdad sirva para romper un poco con la dinámica de deshonestidad y falsedad en que estamos envueltes, en este maldito sistema capitalista neoliberal heteropatriarcal.

Deséenme suerte.