25/10/08

Solo


[Fuegos artificiales de la fiesta de San Lucas, en Iztapalapa]

1. Últimamente he sentido una nostalgia que no sé si había sentido antes. Una especie de nostalgia proyectada hacia el futuro. Extraño el tiempo en el que me iré de aquí. Veo las calles de la Ciudad, caóticas, llenas de baches, la pintura cayéndose de las paredes de la escuela, el cielo medio nublado... Y empiezo a extrañarlo todo, porque sé que un día me iré, dejaré todo esto que conozco y veré cosas nuevas, es inevitable, estoy condenado a ser un peregrino. Quizá aguante lo suficiente aquí (otros seis años) como para ser un doctor en antropología, pero después mi iré. ¿A dónde? No sé, a Europa, probablemente. Después estaré otros años allá y me brincaré a Asia. También tengo que ir a Australia, cuna de muchas investigaciones antropológicas... Y luego volveré a morir a Mazatlán. Daré la vuelta al mundo en una vida... Y lo mejor: lo haré acompañado.

2. Mañana comenzaré, aunque ese no era el plan, el corto sobre las parejas. Por cierto, debo escribir el guión... No sé. Yo espero que me quede muy bien. Que reciba algún tipo de comentarios, ya sea de la profesora de parentesco o del tipo del laboratorio de antropología visual. Lo que sea. También quiero hacer una pequeña, pequeñísima investigación sobre el día de muertos en el panteón vecino. Entrevistar a algunas personas, preguntarles qué hacen, cómo. Tal vez encuentre algo interesante. Argh... Mis aspiraciones antropológicas cada vez aumentan más, y no sé cómo controlarlas.

3. No sé si es por la crisis o qué, pero nuestra economía familiar está empeorando. Cada vez nos alcanza menos el dinero para pagar todas las deudas. Tenemos que estabilizarnos antes de diciembre para poder comprar regalitos y esas cosas, organizar la fiesta en mi casa, salir a pasear algunos días, y sobre todo, comprarme mis lentes. Creo que otro año con estos mismos va a ser una mentada de madre para mis pobres ojos.

Y una vez más, estoy desvariando... Sólo quería escribir algo. Como sea.

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"Puedo ver la tele hasta que no haya más que ver..."

13/10/08

Consecuencias


[Una playa en Mazatlán, Sinaloa]

1. La repetición consistente de las mismas actividades durante un prolongado periodo de tiempo conlleva, en la mayoría de los casos, un hastío generalizado por la monotonía de la rutina que provoca estados de angustia, depresión, irritabilidad y demás consecuencias nefastas. Hace un año que entré a la escuela y el fin todavía no se acerca, a pesar de que sé mucho más sobre antropología que lo que sabía antes de entrar. F ya está harto de su trabajo y ha dictaminado seguir ahí hasta enero. Y sin embargo, nosotros estamos mucho mejor que nunca. El miedo al cambio permanece, es indiscutible, pero la emoción de hacer algo nuevo no se compara con nada. Ayer fuimos a repartir volantes de KPD. Y mientras... a la espera.

2. Mis ambiciones profesionales van mutando poco a poco. Todo el año pasado me interesaban los niveles de verdad y realidad aplicables al mundo humano, los matices y juicios que establecemos, cómo se producen las diferencias y la intolerancia entre los grupos. Aún no me queda claro, pero empiezo a intuir que es por la educación. Los niveles de educación crean marcadas diferencias entre grupos que no siempre se resuelven de manera armoniosa. Pero ahora, con mi renovado entusiasmo por la edición y la expresión audiovisual, pretende incursionar en el intrincado mundillo de la antropología visual, y como primer trabajo entregaré una pequeña investigación comparativa entre parejas heterosexuales y homosexuales, y las relaciones de roles y dominación que se dan a su interior. Había pensado, pues, hacer mi tesis sobre los fenómenos socioreligiosos de los iztapalapenses, pero si mi investigación resulta interesante, tal vez regresa al terreno de la política y las relaciones de género y poder... ¡Diantres! Pero en esta dimensión, como en muchas otras de mi vida, simplemente me dejaré llevar y a ver qué sucede.

3. No sé si este año he sido yo mismo o he mantenido una máscara con mis compañeros de escuela. Según yo, me he portado como quiero con ellos, sin importarme las relaciones de fraternidad que pudiesen surgir de la convivencia. ¿Por qué? Porque esta vez la escuela no es una obligación ni un deber que debo cumplir de la mejor manera posible. Antes de la UAM, en toda mi vida académica, había intentado establecer esos lazos de fraternidad para hacer la estadía más llevadera. Ahora, no me interesa. Realmente estoy preocupado por la obtención y comprensión de conocimientos, por el aprendizaje y las experiencias que tengan qué ver con lo que estoy estudiando. Sin embargo, esto me ha traído consecuencias, mayormente negativas, las cuales francamente no las esperaba: una exclusión del ámbito social que se identifica como "grupo" de antropólogos uameros, tal vez no explícita, pero que se refleja sobre todo en las actitudes que mis colegas tienen para conmigo. Seguramente se da desde hace un tiempo, pero no lo había notado hasta hoy. El siguiente paso es establecer la razón de esta presunta exclusión: mi actitud hacia ellos, o mi alejamiento en las distintas actividades lúdicas que organizan para fortalecer los lazos de fraternidad. Es más: ni siquiera tengo ahijado. Lo cual, extrañamente, no me provoca gran cosa...

4. La prioridad establecida entre mis distintas actividades y tareas me ha alejado sistemáticamente de la inspiración y la disponibilidad para seguir escribiendo cuentos. Muchas veces los veo en mi cabeza, imagino situaciones, conflictos, choques, pero no me siento con las ganas suficientes de crear historias. Ahorita lo que más me preocupa es el video de relaciones de dominación, cómo lo voy a estructurar, qué voy a incluir, cómo voy a grabar, escribir el guión, documentarme sobre el tema (en lo cual voy muy atrasado), ese tipo de cosas; luego, las demás materias, las lecturas, las exposiciones, incluso los trabajos finales; después mi actividad laboral, seguir repartiendo volantes, estar atento a todas las oportunidades de grabar/editar videos, echar a andar de una vez por todas el proyecto; las encuestas en El Vicio, mis clases de alemán, la fiesta en diciembre, las cuentas por pagar, la higiene personal, la salud, el aspecto físico, las características del lenguaje, la inmensa creatividad del ser humano... Miles, millones de preocupaciones en mi cabeza que, francamente, han ido desplazando, aunque sea por un tiempo, la necesidad imperiosa de la creación literaria.

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"Bésame... bésame mucho... como si fuera esta noche la última vez..."

10/10/08

Ich bin ein Schüler!


[Manu Chao en el Foro Sol]

Bueno, ahora puedo morir tranquilo...

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"Me llaman el desagradecido pero esa no es la verdad"