Después de tu piel a la luz tenue
y de tus ojos fijos en mis gestos
después de tu aliento sonando en mi oído
y del sudor resbalando por mi frente.
Después de tus uñas clavándose en mi espalda
y de tus piernas amarrando mi cintura
después de tu lengua probando mi cuello
y de mis dedos enredando tu cabello.
Después de las caricias y los besos
después de tus Te amo y de los míos
después del corazón acelerado
después de los gritos apagados
y del temblor de mis brazos agotados.
Después de la unión más exquisita
y del éxtasis que convierte a dos en uno
y la quietud de nuestro amor ya consumado
me recuesto sobre ti y no queda nada.
Y en la inmensa paz después de la pasión
después de mí, después de ti
quedas tú, sólo tú. Y lo inundas todo.